El síndrome de Werner [Yu 1996] (MIM: #277700) se produce por variante homocigótica o heterocigota compuesta en el gen RECQL2, que codifica una exonucleasa nuclear.
El fenotipo típico de este trastorno comienza progresivamente en la primera o segunda décadas de la vida, por lo que el síndrome de Werner puede considerarse un síndrome progeoide de aparición tardía [Hegele 2007]. Los pacientes presentan estatura baja, cara de pájaro con nariz picuda, voz aguda, cataratas, encanecimiento prematuro, signos cutáneos de esclerodermia y osteoporosis. Además, estos pacientes presentan lipodistrofia que afecta la cara y las extremidades, con el tronco robusto, asociada con resistencia a la insulina y diabetes, hipogonadismo (atrofia gonadal), atrofia muscular de las extremidades, calcificación de los vasos sanguíneos, demencia senil y muerte prematura (3ª-4ª década) relacionado con enfermedades cardiovasculares o cáncer. La malignidad es frecuente en estos pacientes (10%) [Goto 1996], con cánceres no epiteliales (osteosarcoma, sarcoma de tejidos blandos, melanoma) más frecuentes que en la población general.