La lipoatrofia semicircular es una entidad infrecuente caracterizada por depresiones semicirculares del tejido adiposo subcutáneo en los aspectos anterolaterales de los muslos [Hodak 1990]. Afecta principalmente a los trabajadores de oficina y se considera una enfermedad profesional. La piel y los músculos subyacentes permanecen intactos. Se desconoce el origen de esta peculiar forma de lipoatrofia, pero se han propuesto microtraumatismos mecánicos repetidos y presión localizada sobre los muslos afectados, e incluso campos electromagnéticos [Linares-García 2015], aunque esta última parece poco plausible. Los informes de atrofia semicircular involucran principalmente a mujeres, y se ha propuesto que la constitución anatómica adiposa de los muslos de las mujeres predispone a que una presión mecánica persistente origine una circulación deteriorada relativa en un tejido perfundido e induzca el desarrollo de este tipo de lipoatrofia [Herane 2007]. Estudios recientes afirman que evitar la exposición a la presión mecánica (bordes de la mesa de oficina) mejora la incidencia de nuevos casos, así como la recuperación de las personas afectadas [Reinoso-Barbero 2013].