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En ella encontraras una serie de artículos que desde la Asociación impulsamos como aportaciones solidarias para poder seguir implementando nuestra cartera de servicios e invertir en la investigación que ofrezca un futuro esperanzador a familiares y personas diagnosticadas de Lipodistrofia 

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Artículos

Iris

1.Breve historia del afectado. Iris nació el 26 de abril de 2013 en el Hospital Municipal de Chascomús (provincia de Buenos Aires, Argentina). Tenía 5 meses cuando la conocí, en el que era entonces mi trabajo (Centro de Atención Temprana), institución en la que me desempeñé hasta jubilarme en 2020; ¡y fue amor a primera vista! Iris y su mama biológica vivían entonces en el Hogar de Tránsito Municipal, en el que fueron muy bien contenidas por el plantel profesional y el grupo de cuidadoras del hogar. Hasta que, por un cuadro de Neumonía bilateral tabicada, debió ser internada de urgencia en un centro de salud de la capital provincial (La Plata), con un diagnostico crítico. A pesar del cuadro, Iris supero exitosamente el trance y una vez concedido el milagro tomamos la decisión con Rodolfo, mi esposo, de llevarla a vivir a nuestro hogar. Tramitamos y obtuvimos la guarda legal en el mes de noviembre de 2019.  2.¿Qué tipo de lipodistrofia padece? Lipodistrofia Congénita generalizada Síndrome de Berardinelli.
3. ¿Cuándo aparecieron los síntomas? A los pocos meses de Nacer. 4. ¿Cuándo se la diagnosticaron y cómo afronta esta enfermedad? Derivada al Hospital de Pediatría “Garrahan” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los 8 meses de edad por el Dr. Antonio Morilla, pediatra de nuestra ciudad, fue diagnosticada con Lipodistrofia Congénita Total, Síndrome de Berardinelli, por la Dra. María Isabel Araujo.
5. ¿Cómo es convivir con esta patología y de qué manera condiciona su día a día?
Desde sus 8 meses de vida, Iris comenzó con tratamientos de rehabilitación en el Centro (AIPEN), de gran prestigio en nuestra ciudad, que incluyo en principio terapias de kinesiología (Laura), fonoaudiología (Magali), y Psicopedagogía (Paola) y Psicología (María), más tarde. En la actualidad es atendida en “Arco Iris”, por la Psicopedagoga Liliana Cepeda. Concurrió al Jardín Maternal municipal Clarisa Amezaga, institución reconocida y querida en nuestra ciudad. Curso el nivel inicial en el Jardín de infantes N 1 “Merceditas”, institución que llevaremos por siempre en nuestro corazón por la calidez humana y profesional con la que fue recibida y atendida, por todo el plantel docente y auxiliar. Cursa sus estudios primarios (en la actualidad tercer grado) en la Escuela Publica Domingo Faustino Sarmiento, apoyada por una Acompañante Terapéutica Escolar. Otra muy buena institución de nuestro medio. Hemos tenido la buena suerte de encontrar en dichas instituciones personas con gran con mucha sensibilidad e interés. 6. ¿Desde cuándo pertenece a AELIP, cómo tomó contacto con la asociación y qué ha supuesto para usted? Desde el año 2018.  Gracias a la cálida atención y el tiempo dedicado por del Dr. David Araujo y por Pepe de AELIP entidad con la que estaremos eternamente agradecidos, pudimos contar con el estudio genético de Iris, el que sin duda en el futuro será insumo esencial en el tratamiento de Iris.
7. ¿Cómo afronta el futuro? Con esperanza. Iris es muy alegre, intensa y popular entre sus pares, y padres y adultos que la conocen. En primer grado fue reconocida mejor compañera, nominada por sus compañeritos Amamos a Iris y ponemos lo mejor de nosotros cada día para acompañarla y verla crecer feliz y con la mejor calidad de vida posible. No siempre nos es fácil, a decir verdad, pero por la ayuda inestimable de mucha “gente linda”, sus acompañantes en casa y la escuela y un conjunto muy numeroso de profesionales médicos y especialistas, Iris está progresando día a día y creciendo feliz y sana. Sus acompañantes en casa o en la escuela: Luci, Nati, Romi, Belén.Los profesionales médicos: En nuestra ciudad: Dres. Jorge Ortale, Gustavo Boldrini, Pablo Di Cicco, José L. Pedernera, y Jorge Rodríguez. La Dra. Maribe Araujo, del servicio Nutrición del Hospital de Pediatría “Dr. Juan P. Garrahan”, y La Dra. Carla Musso Fundación Favaloro. ¡Gracias a todos quienes mencionamos y a tantos otros que no podemos enumerar! Acompañados es más fácil. ¡Infinitas gracias por ESTAR!!!

Claire

1. Breve historia Me llamo Claire, nací en Toulouse (Francia) hace 38 años, soy franco-española y madrileña desde hace unos quince años. Soy politóloga de formación y paciente curiosa. Me gusta caminar, sobre todo por el monte, leer por la noche, ducharme con la música a tope, jugar al fútbol sala, escribir cartas, cocinar escuchando podcasts feministas, y hacer puzles. También me gustan el color rojo, los despegues, la sociología, las vacas, los conciertos, y muchas cosas más. Tengo lipodistrofia parcial familiar con síndrome de Dunnigan, es hereditaria, aunque sólo fui diagnosticada genéticamente hace seis años. 2. ¿Cuándo aparecieron los síntomas? La lipodistrofia que padezco es genética y una de sus características es que empieza a desarrollarse durante la adolescencia y al comienzo de la edad adulta, con cambios físicos destacables (en mi caso, pérdida del tejido adiposo en los miembros superiores e inferiores, prominencia de la musculatura, ensanchamiento de los hombros y del cuello, hirsutismo, acantosis nigricans, xantomas eruptivos) pero sin diagnóstico ni síntoma metabólico preocupante. Siempre atribuí dicho fenotipo al parecido que tengo con mi padre, y lo integré en un rasgo de identidad física familiar sin más. Realmente los síntomas empezaron a mis 28 años cuando me diagnosticaron con diabetes tipo 2. Lo llevaba bastante bien. Hacía muchísimo deporte, montaba en bici, jugaba al fútbol varias veces a la semana y corría entre 35 y 40 kilómetros semanales. Un día de mayo de 2013, por pura casualidad, me tomé la tensión y me salieron unas cifras altísimas varias veces seguidas. A raíz de este pequeño detalle, probé todo tipo de fármacos para regularme la tensión ya que me empezaron a generar dolores muy debilitantes en las piernas y sobre todo en toda la cintura escapular, y especialmente en los omóplatos. Fue el principio de largos meses de dolores persistentes imposibles de solucionar ni de manejar, de idas y vueltas al hospital donde no conseguían dar una respuesta concluyente a este cuadro tan complejo que desgraciadamente presentaba. Enseguida me atendieron en el servicio de Medicina Interna poniendo todos sus medios para entender lo que me estaba pasando y explorar posibilidades de tratamiento. En los primeros meses de 2014 pidieron una prueba genética para confirmar las mutaciones en el gen LMNA responsables de la enfermedad. Me hicieron dos biopsias (una del tejido muscular en el brazo y otra del tejido adiposo en el cuello), varios electromiogramas y exámenes de cardiología y, sobre todo, me abrieron las puertas de la unidad de Cuidados Paliativos con el fin de aliviarme. Nunca podré agradecerle lo suficiente al Dr. Luis Beltrán Romero por su atención, su empatía y su dedicación, siempre con una sonrisa tranquilizadora. En unos pocos meses, el personal sanitario entró de golpe en mi vida, pero haber tenido a personas y profesionales tan respetuosas/os y a la escucha fue para mí una ayuda importantísima. Mientras intentaba digerir la cantidad de información que me llegaba (a petición mía) y no ahogarme con la situación, él hizo de puente con todas las unidades y los servicios susceptibles de sumarse con sus conocimientos y su experiencia al avance de mi caso. 3. ¿Cómo afronta esta enfermedad? De manera general, suelo recibir cualquier diagnóstico con alivio porque me permite subir un escalón más para entender mejor lo que está pasando en mi cuerpo. Tengo la suerte de no haber sentido nunca rabia ni enfado con respecto a este tema. La salud no entiende de justicia. Si me ha tocado vivir con una enfermedad rara, no es por culpa de nadie, es así y no hay más que pensar. Esto no quita que sea imprescindible aprender a manejar las diferentes patologías y la incertidumbre constante que generan. Es un aprendizaje de cada día. En este proceso tengo la suerte de poder contar con el apoyo indefectible de profesionales maravillosas/os. En atención primaria, los diferentes médicos y las enfermeras de mi centro de salud siempre han hecho todo lo posible para simplificarme la vida, mostrando un real interés por mi enfermedad poco frecuente. Además, desde el momento de mi diagnóstico, el Dr. David Araújo-Vilar, “nuestro” experto para todas las personas y familiares de personas con algún tipo de lipodistrofia, siempre está disponible para contestar a todas las preguntas que me surgen. Es una suerte inmensa poder contar con él en cualquier momento, transmite una gran serenidad. Ojalá todas las personas a las que les haya tocado vivir con alguna de las miles de enfermedades raras que existen pudieran ser respaldadas con un/a profesional tan comprometido. De la misma manera que no he pasado nunca por una fase de enfado frente a la enfermedad (ni más generalmente frente al mundo por asimilarla a una injusticia), me considero una persona muy afortunada porque desde el principio he intentado integrar lo que estaba ocurriendo en mi cuerpo sin enfrentamiento. En ningún momento he luchado contra la lipodistrofia. Sería como pelearme contra una parte de mí misma. De manera general, el vocabulario bélico aplicado al mundo de la salud no me parece acertado. En mi opinión, no se trata de afrontar nada sino de construir una alianza con la enfermedad para llevarla lo mejor posible. Y eso pasa por un proceso que implica en primerísimo lugar entender cómo funciona, cuáles son sus ciclos, sus manifestaciones tanto físicas como mentales y emocionales, su potencial evolución. Un/a paciente mejor informada/o y formada/o es una persona con mejor salud. La comprensión de los mecanismos ayuda a crear herramientas para convivir con la enfermedad. Obviamente, esto no significa que exista una solución para todo ni mucho menos. Por eso, también es necesario aprender a vivir con cierto grado de incertidumbre. En la familia de las enfermedades poco frecuentes, sabemos que las dudas, la inquietud y el desconocimiento forman parte de nuestras vidas.
4. ¿Cómo es convivir con esta patología y de qué manera condiciona su día a día? El día a día para mí es un cambio perpetuo y, en consecuencia implica una necesidad de adaptación permanente. Para dar una imagen sencilla, me siento como una funámbula. Mientras miro hacia adelante y voy caminando, tengo que buscar un equilibrio manejando todas y cada una de las partes que forman mi propia ecuación vital, incluyendo sus múltiples incógnitas. ¿Cuáles son estas partes? Claramente el dolor, o más bien los dolores, porque son de diferentes tipos y se localizan en distintas partes de mi cuerpo, con diversas intensidades y manifestaciones; la astenia, sus causas y consecuencias; los trastornos del sueño; las patologías asociadas como la diabetes, la dislipemia o la hipertensión severa, que exigen una vigilancia diaria. También hay que tomar en cuenta los fármacos, con sus pros y contras en cada caso, sobre todo los que ayudan al manejo del dolor neuropático. Y por último, juegan un papel importantísimo mis propias emociones, con la búsqueda de cierta armonía a nivel social y conmigo misma. Esto es lo que, por ejemplo, me permitirá aguantar más dolor a cambio de poder disfrutar de una actividad que me hace feliz. O pasar un día entero durmiendo simplemente porque en este momento es lo que mi cuerpo necesita. Y si me da un brote de dolor que siento que ya me es imposible manejar, sé que sólo volveré a un estado más estable tocando o moviendo otras partes del conjunto (los fármacos, mis actividades –tipo y frecuencia-, el grado de incertidumbre, mi capacidad de realizar tareas diarias).  Al fin y al cabo, para conseguir guardar cierto equilibrio, he llegado a la conclusión de que lo que necesito es escuchar mi cuerpo y buscar juntos un acuerdo mutuo. Esta percepción que expongo aquí va evolucionando con el paso del tiempo y las circunstancias. La experiencia y el conocimiento me han ido aportando mucho. Cada vez percibo más precisamente las señales previas a un brote y dispongo de un abanico más amplio de posibilidades para aliviarme. Al final, se trata de un incesante proceso de prueba y error. Convivir con lipodistrofia necesita por lo tanto mucha paciencia y resiliencia. Debo mencionar que en este caso también me considero muy afortunada por ser tan bien cuidada por las/los (mis) profesionales sanitarios. Entré en la unidad de Salud Mental a petición mía, bastante perdida y buscando alternativas y opciones nuevas respecto a mi dolor crónico descontrolado, y me acompañaron en mi proceso, a mi lado y a mi ritmo, con todo su cariño y compasión. Creo que una de sus mayores enseñanzas ha sido la de aprender a aceptar y dejar que las demás personas me ayuden. Tengo claro que aún me queda muchísimo por aprender. Además, no puedo separar mi manera de entender mi vida como paciente de mi acogida en la unidad de Cuidados Paliativos, cuyo fundamento es la asistencia activa y holística de las/los pacientes que sufren patologías complejas e incurables, integrando todos los ámbitos de la persona. En definitiva, su objetivo es cuidar la calidad de vida de la persona apoyándola para que mantenga el equilibrio que mencioné anteriormente lo mejor posible y pueda seguir caminando. Soy consciente de mi recorrido y de todos los pasitos que voy dando día tras día gracias a todas y cada una de las conversaciones que he tenido (y sigo teniendo) con el Dr. Alberto Alonso Babarro. Me maravillan su paciencia y serenidad. Básicamente me enseña a caminar con más seguridad desde mi posición de funámbula. O por decirlo con palabras distintas, a (con)vivir lo mejor posible con mi enfermedad. 5. ¿Desde cuándo pertenece a AELIP, cómo tomó contacto con la asociación y qué ha supuesto para usted? No tardé mucho en encontrar la asociación y en ponerme en contacto con David para tener información de primera mano. Lo de disponer de un contacto directo tan fácilmente es un lujo para las/los pacientes y las familias. Muy rápido conocí a Naca y a Juan, nos vimos varias veces en Madrid. Al mismo tiempo también empecé a participar en actividades de FEDER, lo que me dio la extraordinaria oportunidad de conocer a otras personas con otras patologías. Estos encuentros me abrieron mucho la mente, conocí a familias con historias de vida realmente emocionantes con las que compartí momentos y experiencias inolvidables. Considero que pertenezco realmente a AELIP desde 2015 y mi viaje a Murcia para asistir al III Simposium de Lipodistrofias. No me olvidaré nunca de esa sensación tan extraña y tan fascinante a la vez que me generaron algunas conversaciones con otras pacientes con lipodistrofia (daba igual el tipo). Me impactó mucho. No paraba de pensar que estas personas que dos días atrás no conocía eran mis hermanas de rareza. Nos entendíamos, hablábamos el mismo idioma. Y más allá de esta fluidez en la comunicación, conocí a personas increíblemente bellas y generosas en sus ganas de compartir. Estos lazos son inapreciables.
6. ¿Cuáles son las principales necesidades con respecto a su enfermedad? Sin duda ninguna, una de las mayores necesidades con respecto a las lipodistrofias es su conocimiento, que las/los profesionales conozcan esta enfermedad y sepan diagnosticarlas. Sabemos que un diagnóstico temprano permite una prevención adaptada y eficaz de ciertas patologías. Creo que hay casos que se podrían detectar perfectamente desde atención primaria. Y por otra parte, necesitamos que se investigue. Más investigación, más investigadoras/es, más presupuesto para la ciencia. Nuestro futuro depende de ello. Desde una perspectiva más enfocada en la persona que es la/el paciente, tres aspectos me parece muy importantes de desarrollar: primero la formación e información científicas de la/del propia/a paciente. Cuánto mejor entienda su enfermedad, mejor sabrá manejarla y convivir con ella. Y para ello es indispensable que sea activa/o, actriz o actor de su propia vida y siempre con poder de decisión. En segundo lugar, cualquier persona con una enfermedad que suponga un grado importante de cronicidad y, por consecuente, de vulnerabilidad necesita conocer sus derechos. Desgraciadamente nuestra sociedad no suele tomar en consideración a las personas que no encajan en sus esquemas ni hacerlo adecuadamente. Pero eso no significa que no tengamos derechos y que en ciertos ámbitos (social, laboral, asistencial) no estemos obligadas/os a luchar para defenderlos. Y, por último, en continuidad con los dos primeros aspectos, la labor de las asociaciones de pacientes me parece absolutamente imprescindible, más aún en el caso de las enfermedades raras. Son fuentes excepcionales de información tanto para las/los profesionales como para las/las pacientes. Además, representan mayor capacidad de presión a la hora de presionar los poderes públicos para que nuestras necesidades estén presentes en las agendas políticas. 7. ¿Cómo afronta el futuro? Creo que sosegadamente. O por lo menos lo intento con todas mis fuerzas a pesar de lo oscuro que podemos imaginarnos el panorama de nuestras sociedades a medio y largo plazo. Empiezo a acoger mis limitaciones con más cariño e incluso a cuidarlas. Y mi gente, las personas que quiero, me acompañan en este camino. El futuro será lo que tenga que ser. Mientras tanto mi intención es cuidar el presente, paso a paso y sin prisa. Además, me anima mucho que mi experiencia sirva para otras personas. Creo que mi voz puede ayudar a otras/os pacientes, familiares y personas de su entorno, personal sanitario en general, médicas/os, investigadoras/es. Sentirse útil es otra manera de cuidar el presente.

Rocío Pérez Pérez

1. Breve Historia del afectado Me llamo Rocío y tengo 37 años. Soy educadora social y trabajo como monitora ocupacional. Soy madre de dos hijos  y vivo intentando superar cada día todos los contratiempos que la enfermedad me genera.  No es fácil. Hay que aceptar la enfermedad y las limitaciones. 2. ¿Qué tipo de lipodistrofia padece? Padezco una lipodistrofia generalizada adquirida, que recibe el nombre de síndrome de Lawrence. 3. ¿Cuándo aparecieron los síntomas? A los tres años de vida perdí la grasa de manera progresiva. En este momento yo era una niña totalmente feliz. En realidad, la vida le cambió a mi madre, que vio como en pocas semanas su hija parecía otra niña.
4. ¿Cuándo le diagnosticaron y como afronta esta enfermedad? A los tres años apareció la lipodistrofia, y empezó nuestro caminar por la vida a su lado. Las salas de espera, el peregrinar de consulta en consulta, las dudas, los miedos al futuro, la búsqueda de información (hace 35 años no podías teclear en un ordenador y buscar respuestas). Bendita niñez y su capacidad para ser feliz, porque no fue hasta la adolescencia y con los nuevos problemas metabólicos que aparecieron cuando  empecé a sentirme mal y a sufrir tanto física como emocionalmente las consecuencias de padecer esta infrecuente enfermedad. Fue muy duro sentirse diferente durante la fase de la vida en que más se quiere ser igual a los demás. En la que más importancia se le da al físico. Dentro de mí, guardo momentos, palabras y miradas que en su día dolieron infinito, pero que han dado forma a la persona que soy. Nada enseña más que el dolor y que el sufrimiento. 5. ¿Cómo es convivir con esta enfermedad y de qué manera condiciona su día a día? Vivo intentando superar cada día todos los contratiempos que la enfermedad me genera.  No es fácil. Hay que aceptar la enfermedad y las limitaciones. El miedo al futuro es mi compañero.  Mantengo la esperanza de poder contar con las ayudas sanitarias y sociales necesarias para el futuro. Porque vivir con una enfermedad rara y crónica no es nada fácil. 6. ¿Cuál fue el camino/trayectoria hasta el diagnóstico? Cuando apareció la enfermedad, tras infinitas  pruebas y citas hospitalarias, el diagnóstico fue que padecía una lipodistrofia a secas. Siempre digo que el apellido se lo puso el doctor David Araujo en el año 2012: Lipodistrofia Generalizada adquirida (Síndrome de Lawrence). El diagnóstico en enfermedades raras es muy difícil. Una vez que llega es tan duro como tranquilizador, ¡contradicciones de la vida!
6. ¿Desde cuando pertenece a AELIP, cómo tomó contacto con la asociación y qué ha supuesto para usted? En el año 2012 conozco AELIP y al doctor Araujo Villar. Con ellos se encendió la luz de la esperanza. AELIP supone para los afectados por lipodistrofias la UNIÓN. Y de esa unión surgirá esa fuerza, esa esperanza y ese aumento en la investigación que necesitamos. Desde aquí, gracias a mi madre y a todas las madres con las que me he cruzado en AELIP.  Por ser, por estar y haber mantenido la esperanza aunque el sufrimiento las devoraran por dentro. GRACIAS MAMÁ. GRACIAS MAMÁS. 8. ¿Cuáles son la principales necesidades con respecto a su enfermedad? Pues a nivel social necesitamos el reconocimiento de la enfermedad. Acabar con el estigma físico que tanto daño nos hace. Mucha sensibilización y empatía para poder poco a poco normalizar las lipodistrofias, y así disminuir el sufrimiento que los pacientes experimentamos por culpa de la falta de conocimiento que tiene la sociedad en general sobre estas patologías. A nivel laboral necesitamos adaptación de los puestos de trabajo y sensibilidad de las empresas hacia los afectados. La inserción laboral y el mantenimiento de los puestos de trabajo nos aportarán normalización a nivel social, mejoría a nivel emocional y en definitiva aumentaría nuestra calidad de vida. A nivel sanitario necesitamos poder tratar nuestra enfermedad de la manera más eficaz y respetuosa posible.  Yo no pierdo la esperanza de que la Leptina recombinante humana llegue algún día a ser accesible para los enfermos de lipodistrofias que la necesite.  Es la única manera de que nuestra esperanza  de vida aumente de manera significativa. 7. ¿Cómo afronta el futuro? Mi plan de vida (siempre a corto plazo) es sencillo. Vivir intensamente cada segundo que me regale la vida junto a mi familia, vivir con doble dosis de fuerza intentando que la lipodistrofia no defina a la persona que soy, sonreír a quien me mire raro, hablar alto y claro sobre las cosas que me pasan. Sin vergüenza, sin reparo, para concienciar y sensibilizar. Defender la sanidad pública y la investigación. Y sobre todo, gritar cada mañana frente al espejo la palabra: ESPERANZA. El futuro tiene que venir cargado de FUERZA para ir superando obstáculos, de ESPERANZA para poder mantenernos emocionalmente estables y de INVESTIGACIÓN para poder aumentar nuestra calidad y nuestra esperanza de vida.

Yolanda Pérez

1.- BREVE HISTORIA DEL AFECTADO Mi nombre es Yolanda Pérez y soy de Vigo…la ciudad de las luces..! poco hay que contar..tengo ahora mismo 42 años. Hace aproximadamente 3 años fui diagnosticada por un conocido dermatólogo de la ciudad pero de casualidad!! Acudí a él por otra consulta, por un problema en la piel, y nada más entrar por la puerta (nunca me olvidaré) me dijo ..”y tú por qué tienes la cara tan delgada!?” inmediatamente pensé…”será idiota!!” pero muy digna le respondí…”pues porque soy así” y él se me quedó mirando y me dijo…”no…tú tienes una enfermedad pero no lo sabes”…. Al final de la consulta me dijo que mi problema en la piel no era nada…que tenía que fumigar la casa…que algún tipo de bichito tenía…y que lo importante era lo otro que me había dicho…lo de la enfermedad. Que tenía que consultar los libros pero que me llamaba en media hora y me decía algo….y así fue…el Dr. Francisco Allegue me llamó a la media hora y me dijo el nombre de la enfermedad…yo lo escribí en un papel mientras buscaba desesperada empresas de fumigación…y me olvidé del tema… Cuando ya todo había pasado y mi casa ya no tenía seres extraños, encontré el papel…y entré en internet… y así conocí a AELIP y al Dr. David Araúxo…a través de mi dermatólogo me puse en contacto con él para verificar el diagnóstico…y así llegué yo al mundo de las lipodistrofias!! 2.- ¿QUÉ TIPO DE LIPODISTROFIA PADECE? Síndrome de Barraquer-Simons 3.- ¿CUANDO APARECIERON LOS SÍNTOMAS? Pues nunca y siempre…según vimos con David, mi aspecto físico comenzó a cambiar a eso de los 7 años…pero yo nunca me encontré mal ni ahora tampoco, mis analíticas “normales” son perfectas, colesterol perfecto, triglicéridos perfectos…vamos que el barraquer es totalmente silencioso en ese sentido… Mi cambio físico fue muy lento…muy poco a poco…así que nadie se alarmó…mi abuela me decía que ya mi tatatatatarabuela era así…con las caderas y las piernas muy anchas…así que poco a poco…a pesar de no encontrar vaqueros, mil complejos y demás…pues fui asumiendo que efectivamente era así…hasta que llegaron los bichitos a mi casa….benditos bichos!! 4.- ¿CUÁNDO SE LA DIAGNOSTICARON Y COMO AFRONTA ESTA ENFERMEDAD? Como comentaba hace 3 años fui diagnosticada….y la afronto muy bien….al principio me comía bastante la cabeza…pero después de conocer a David, de que me explicase cuáles eran los riesgos de mi enfermedad y saber que no puedo hacer nada…mi enfermedad consiste en una deficiencia del complemento c3…no puedo hacer nada por incrementar ese complemento…lo único que me recomendó es que hiciese una vida lo más sana posible así que eso es lo que trato de hacer…vigilar mi dieta (baja en grasa y alta en omega 3), hacer ejercicio diario (aunque sea salir a caminar) y sobre todo tratar de disfrutar de la vida. He pasado por 4 operaciones estéticas, que evidentemente ayudan muchísimo, muchísimo a sobrellevar ese impacto físico que ocasiona esta enfermedad. Liposucciones en piernas y brazos y relleno de grasa en la cara…como tengo grasa para injertar…pues han hecho una transferencia…increíble!! Mi aspecto ha cambiado completamente y en ese sentido si que he de decir que mi autoestima se ha multiplicado por mil…nunca agradeceré lo suficiente a esos bichillos que se cruzaron en mi camino…ni a David Arauxo ni al servicio de cirugía del hospital do Conxo, ni a AELIP…nunca… 5.- ¿COMO ES CONVIVIR CON ESTA PATOLOGÍA Y DE QUE MANERA CONDICIONA SU DÍA A DÍA? Pues en su día el Dr. Araúxo me lo dijo…me dijo “de todas las lipodistrofias te ha tocado la mejor” y efectivamente es así….una vez que me metí en el mundo de las lipodistrofias y conocí a otras personas con otro tipo de lipodistrofias, efectivamente me di cuenta de que era doblemente afortunada. En primer lugar por tener la oportunidad de conocer a esas personas y los profesionales que están detrás y en segundo lugar por dame cuenta de lo afortunada que soy. 6.- ¿CUAL FUE EL CAMINO/TRAYECTORIA HASTA EL DIAGNÓSTICO? Pues fueron más de 30 años de total desconocimiento….y supongo que el ignorante es muy feliz!! Evidentemente con muchos complejos sobre todo en ese periodo tonto de la adolescencia…mil dietas, inicios de anorexia…eso de que dejas de comer a ver si ya así adelgazas….muchas lágrimas al ir de compras y verte en un espejo…muchas miradas en la playa….y de repente…en cosa de 3 meses, diagnosticada…. Hay veces que pienso que el no saber nada fue bueno, porque lo supe ya a una edad en la que me sentía muy preparada para asumirlo…otras pienso que ojalá lo hubiese sabido antes…en cualquier caso, supongo que todo tiene que ocurrir en su momento…y los bichillos (de los que por cierto nunca encontré nada y los fumigadores tampoco) aparecieron en el momento correcto... en el momento que tenían que aparecer…cuando yo ya había asumido mi físico y a partir de ahí todo fue para mejor…!! 7.- ¿DESDE CUÁNDO PERTENECE A AELIP, CÓMO TOMÓ CONTACTO CON LA ASOCIACIÓN Y QUÉ HA SUPUESTO PARA USTED? Pues pertenezco desde el primer momento que tuve conocimiento de mi enfermedad. Recuerdo que busqué en internet la enfermedad y ya me salió AELIP y el nombre de David Araúxo. Llamé por teléfono y hablé con Naca y fue Naca la que me dijo que necesitábamos un diagnóstico…y me dijo que David trabajaba en Santiago de Compostela…toma ya!! Como quien dice al lado de casa!! Soy o no soy afortunada??? Que qué ha supuesto para mí….pues el mundo se me abrió al descubrir que no estaba sola con esto…siempre lo digo…yo lo tuve muy fácil…el trabajo ya estaba hecho por todas las personas que componen AELIP, ya había profesionales detrás, la enfermedad estaba catalogada, un montón de servicios y de información…por supuesto tardé cero coma en asistir a mi primer congreso que si no me equivoco era el IV de AELIP…allí conocí un montón de personas con otras lipodistrofias, gente maravillosa, madres y padres tremendamente luchadores, otros pacientes con mi misma enfermedad….hablamos, compartimos, y me dí de bruces con un mundo desconocido…para mi y para la mayoría de la población….desde entonces intento ayudar en lo que puedo, sobre todo visibilizando, que la gente sepa que estas enfermedades existen…a veces..silenciosamente. 8.- ¿CUALES SON LAS PRINCIPALES NECESIDADES RESPECTO A SU ENFERMEDAD? A ver…como necesidad, necesidad…sobre todo una vez que te dicen lo que tienes, información. La cual tuve en el acto! El Dr. Araúxo me explicó perfectamente en qué consistía mi enfermedad…primera pregunta? Voy a morir de esto?? La tranquilidad de saber que no…cuáles son los riesgos (en mi caso una enfermedad renal) pero también la tranquilidad de saber las probabilidades de que eso suceda…(un 20%)…la tranquilidad de saber que en mi caso no es una enfermedad congénita…sinó adquirida…el cómo? Pues no se puede saber…sospechas de una meningitis que tuve con 6 años…pero solo sospechas…. Y después, la posibilidad de acceder al servicio de cirugía para que, dentro de lo que cabe, mejorasen mi aspecto….eso fue tremendo…a los 40 años estrené mi primer vestido corto…desde hacía…casi 30 años!!! A los 12 dejé de ponerme faldas porque estaba muy acomplejada por mis piernas….y ahora…tengo el armario lleno de vestidos!!! Así que el servicio de cirugía ha hecho muchísimo, muchísimo por mi!. Y la posibilidad de aprender…de ver la cantidad de afectados que somos al final…por todo el mundo!! Somos un montón!! Eso te da fuerzas para decir…”vale, no estoy sola, somos un montón algo hay que hacer” el ver la cantidad de niños que vienen detrás, la posibilidad de trabajar para que ellos lo tengan más fácil!…eso da fuerza…y mucha!! 9.- ¿COMO AFRONTA EL FUTURO? Ay! Pues con una hipoteca hasta el 2035!! Jajajaaja…lo afronto muy bien. Afortunadamente mi enfermedad no me condiciona para nada…hago de todo! Reconozco que al principio pues te comes mucho la cabeza, pero pasado un tiempo del diagnóstico dices…”no me duele nada, me siento bien, de qué te quejas?…pues a comerse el mundo como hacías antes de saberlo!!”  y ya está…vida sana, ejercicio y a vivir!! Que todo el mundo se pregunta si hay vida después de la muerte y lo importante es recordar que hay vida antes!!

Mónica Andrea Peralta Delgado

1. Breve historia Soy Mónica Andrea Peralta Delgado. Nací en  Osorno, Chile en 1983 con Lipodistrofia congénita generalizada (Sindrome de Berardinelli Seip) la cual fue diagnosticada solo hasta los 13 años. Tuve una vida prácticamente normal hasta el año 2009, cuando empezaron las complicaciones del síndrome. Estudié Pedagogía en Educación General Básica en la Universidad de Los Lagos, de donde me gradué como profesora de Educación General Básica. Trabajé en docencia 1 año y medio en varias escuelas del sur de Chile. Escribí un libro el año 2012. Actualmente no ejerzo mi profesión por discapacidad visual y soy delegada de AELIP de Chile y Brasil. 2.¿Que tipo de lipodistrofia padece? Lipodistrofia congénita generalizada (Síndrome de Berardinelli Seip) 3. ¿Cuándo aparecieron los síntomas? Los síntomas aparecieron a los 2 meses de vida
4. ¿Cuándo se la diagnosticaron y cómo afronta esta enfermedad? A los 13 años de edad. Para mi fue difícil aceptar la diabetes y las cantidades de comida. Hasta los 13 años yo comía azúcar y tenía una vida prácticamente normal excepto porque no comía grasas de origen animal. La diabetes y la nueva dieta rígida y estructurada (contenido, porciones y horarios) me generaron mucha ansiedad y  limitaron mucho  mi vida social. Tuve muchas crisis depresivas. Me sentí sola, incomprendida y desesperada muchas veces. 5. ¿Cómo es convivir con esta patología y de qué manera condiciona su día a día ? Tener una enfermedad rara físicamente evidente  e incurable no es fácil. La lucha es día a día no solo con la enfermedad sino también con la sociedad que es prejuiciosa e hiriente. Salir a la calle es un desafio porque no pasas desapercibida por tu aspecto físico y muchas veces debes enfrentar las miradas curiosas y los comentarios que no son siempre agradables. 6. ¿Cuál fue el camino/trayectoria hasta el diagnóstico? A los 2 meses me enviaron desde  Osorno a Santiago en donde fui diagnosticada con hiperprebetalipoproteinemia  sin descartarse progeria hasta  los 4 años. A loa 13 años de edad  fui diagnosticada con síndrome de Berardinelli en Santiago, en el hospital clínico de la pontificia universidad católica de Chile. 7. ¿Desde cuándo pertenece a AELIP, cómo tomó contacto con la asociación y qué ha supuesto para usted?
No me acuerdo desde cuando pertenezco a AELIP. Conocí la asociación buscando información de mi Síndrome y tomé contacto con ella a través de su presidenta Naca Perez de Tudela. Para mí la asociación significa ayudar y ser ayudado, aprender y conocer otras realidades, ver más allá de mi nariz. 8. ¿Cuáles son las principales necesidades con respecto a su enfermedad? Las principales necesidades son  que se conozca la enfermedad tanto a nivel medico como social, mas investigación científica, consideración en las políticas publicas de los países para el diagnóstico y tratamiento. 9. ¿Cómo afronta el futuro?. Con esperanza de un día tener una cura para esta y todos los tipos de lipodistrofia y dejar de ser raros tanto en la medicina como en la sociedad.

Elena Recio

1. Breve Historia del afectado

 Mi nombre el Elena Recio, y tengo Síndrome de Berardinelli Seip. Nací en Salamanca, España, un 7 de octubre de 1979. Fui diagnosticada con 4 meses, aunque hasta los 23 no tuve acceso al tratamiento que me salvó la vida.  Tengo 39 años y soy maestra en un cole de integración de niños con diferentes tipos de sordera y me encanta mi trabajo. 

2. ¿Qué tipo de lipodistrofia padece?

Mi lipodistrofia es total congénita y generalizada, llamada síndrome de Berardinelli Seip.

 3. ¿Cuándo aparecieron los síntomas?

Pues nada más nacer ya vieron que era un poco rarita.  De hecho a mi madre le dijeron que no se encariñara conmigo porque no duraría ni una semana.

4. ¿Cuándo le diagnosticaron y como afronta esta enfermedad? A los cuatro meses más o menos me puse un poco malita y me ingresaron en la UVI.  Entonces ya más o menos tenían claro en diagnóstico de lipodistrofia, aunque eso era como el que tiene un tío en América, puesto que además del nombre no sabían nada más.  Fueron mis padres los que removieron Roma con Santiago para encontrar un doctor que hubiera escuchado algo de esta enfermedad, o lo que nos parecía más difícil, que hubiera tratado a algún paciente con este problema.  ¿Que cómo se afronta esta enfermedad?  Bueno, en mi caso no conozco otra manera de vivir, quizás la pregunta la tendríamos que hacer nosotras ¿Cómo es vivir sin estar pendiente de lo que comes, o de las pastillas, o de pincharte?  Tenemos una forma de vivir diferente y lo importante es tener ganas, puesto que elección no hay. 5. ¿Cómo es convivir con esta enfermedad y de qué manera condiciona su día a día? Convivir con esta enfermedad, como con cualquier otra enfermedad de estas carácterísticas, es duro.  Pero nunca tan duro como convivir con una sociedad que se cree juez y verdugo de tu vida. Quizás lo más duro de mi enfermedad sea salir a la calle, un trabajo nuevo, un cambio de ciudad o de círculo social.  No te dan la oportunidad de explicarte, y normalmente  emiten un juicio sólo con mirarte una vez (es transexual, o tiene sida, o es anoréxica…) Cualquiera de estas cosas, que a veces no hace falta que lo digan porque en una mirada caben muchos juicios, puede hacer que tu día sea fantástico, o que te quieras volver a casa pidiéndole perdón a la sociedad por haber nacido. 6. ¿Cuál fue el camino/trayectoria hasta el diagnóstico? Mis padres escribieron cartas a varios doctores en diferentes sitios, y finalmente encontraron un médico en Madrid que una vez había visto un caso parecido.  Gracias al Dr. Pozuelo, que desinteresadamente nos prestó sus servicios, (ya que él no pertenecía al servicio público de salud y mis padres no tenían dinero para pagar a un médico de esa índole),  fuimos avanzando poco a poco conociendo como funcionaba esta enfermedad que no sigue ningún patrón.  Cuánde él falleció, se hizo cargo el Dr.Bonet y posteriormente el Dr. Araujo y el Dr. Carraro, además de todos los médicos que me trataron en EEUU. Quiero decir que no solo estoy agradecida por su calidad e interés como médicos, sino también en su calidad humana, puesto que siempre me trataron como una persona, con el máximo de cariño y delicadeza. Desde aquí mil gracias.
7. ¿Desde cuando pertence a AELIP,cómo tomó contacto con la asociación y qué ha supuesto para usted? Yo creo recordar que en mi caso fue un poco al revés. Juan y Naca, que son los maravillosos papás de Celia, contactaron conmigo cuando diagnosticaron a Celia de lipodistrofia.  Tuve la suerte de conocer a ese pequeño ángel en un congreso de D´Genes hace unos diez años, más o menos. La verdad es que cuando contactamos AELIP no existía como tal, y yo, personalmente, tenía mis «necesidades báscias» cubiertas, puesto que yo ya llevaba bastantes años con el tratamiento de leptina y me funcionaba muy bien. 8. ¿Cuáles son la principales necesidades con respecto a su enfermedad? Ahora mismo mi principal necesidad es un reconocimiento social y una visibilidad de este tipo de enfermedad para que no nos creen un estigma allá donde vayamos. 9. ¿Cómo afronta el futuro? Afronto el presente, con alegría y buen humor.  Si eso funciona cada día, ya estaré cubriendo mis expectativas de futuro.

Marta Carreira

1 – Breve historia del afectado. Soy Marta, nací el 27 de marzo de 1991 en Caldas da Rainha (Portugal). Tengo lipodistrofia generalizada congénita (síndrome de Berardineli-Seip) diagnosticada al poco tiempo de mi nacimiento. Mi infancia fue feliz, aunque condicionada con muchos viajes a Lisboa para realizar los análisis, exámenes y consultas. Hoy con 27 años, soy una mujer de sonrisa fácil, cariñosa y dispuesta a ayudar. No olvidando que tengo mis días de mal caracter, y ahí sí, me vuelvo terca y rabiosa. Con el paso del tiempo he intentado mejorar y calmar este » huracán » (como a veces me llaman). Hice mi recorrido académico normalmente, sin reprobar ningún año. Ingresé a un curso profesional de Animador Sociocultural. Vivo junto con mi novio, aún no tengo hijos y trabajo como monitora en un parque de diversiones. 2- ¿Qué tipo de lipodistrofia Padece? Lipodistrofia General Congénita – Síndrome de Berardinelli Seip. 3- ¿Cuándo aparecieron los síntomas? Aparecieron cuando era bebé, al principio de mi vida.
 4- ¿Cuándo se la diagnosticaron y como afronta esta enfermedad? Fui diagnosticada cuando era bebé. Creo que hay varias fases para lidiar con la enfermedad. En la actualidad, puedo manejarla mejor. Pero hubo fases de mi vida en que la aceptación o no aceptación de la enfermedad se volvió en revuelta. El mal genio era común afectando a los «míos». Creo que por la enfermedad ser desconocida en aquel momento no tuve mucha restricción alimenticia. Pero en la adolescencia cuando apareció la diabetes (no fue bien aceptada inicialmente) se pidió una dieta. Tomo mucha medicación, y por eso ando siempre con mis cajitas para todo lado. 5- ¿Cómo es convivir con esta patología y de qué manera condiciona su día a día? Lo que más condiciona  mi vida es no poder vestir lo que me gusta. No por el aspecto físico, sino por la acantosis (resistencia a la insulina), que vino agravando con el transcurrir de los años. Actualmente siento algunos dolores, en la cadera, en la rodilla y en los pies. Todavía no me condiciona al punto de impedirme hacer tareas diarias. Nunca me condicionó, siempre lo hice todo como los demás niños. Convivir con la enfermedad es algo que voy a tener que hacer para siempre, así que decidí ser feliz. Desde siempre  tuve mucho apoyo tanto de la familia como de los amigos, tuve los mejores conmigo. Crecí, y poco a poco fui saliendo de la bolita protectora que me hicieron. Aprendí a defenderme de las miradas de burla, de los comentarios malvados y de la no aceptación de la diferencia. Son dos luchas diarias, la de mi bienestar y la de la aceptación / igualdad en la sociedad. 6- ¿Cuál fue el camino/trayectoria hasta el diagnóstico? Al nacer, detectaron que algo estaba mal, entonces comenzaron las pruebas y exámenes hasta llegar al diagnóstico.
 7 – ¿Desde cuándo pertenece a AELIP, cómo tomó  contacto con la asociación y qué ha supuesto para usted? Pertenezco a Aelip desde 2018, la delegada de Aelip en Portugal  me contactó. Mi pensamiento inmediato fue, » somos tantos! ». A partir de ahí fue una mezcla de sensaciones, querer conocer y de voluntad de ayudar en lo que pueda. 8- ¿Cuáles son las principales necesidades con respecto a su enfermedad? Principalmente que la medicación esté disponible para todos nosotros (afectados por la enfermedad).Que sea conocida a nivel mundial, promoviendo la aceptación de la sociedad y rompiendo la falta de información. Y apoyar la investigación, sólo así tendremos esperanza para una mejor calidad de vida. 9- ¿Cómo afronta el futuro? ¡Con esperanza! Esperanza que pueda recibir la leptina.Esperanza que pueda cambiar la sociedad al menos en mi área residencial. Esperanza que podamos alcanzar lo mejor. Como suele decir: «He venido al mundo para cambiar el prejuicio» ¡Juntos, lo lograremos !!