Historia de Celia Carrión Pérez De Tudela
Su caso fue un misterio durante mucho tiempo y la enfermedad de Celia no fue descubierta hasta después de su muerte, en gran parte gracias a ella y a sus padres. Por eso, los médicos la bautizaron como «encefalopatía de Celia», una dolencia de la que solo ha habido seis casos en el mundo, todos en la región de Murcia, en el sureste de España.
Una niña sonriente
Celia nació en Totana, un pueblo de Murcia. Y aunque tuvo algunos problemas de alimentación al principio, ni sus padres ni los médicos notaron nada muy preocupante sobre ella.
«Siempre miraba a la cámara y sonreía. Nunca sospechamos que tuviera ningún retraso mental», cuenta su madre Naca
Pero cuando iba a cumplir un año, sus padres percibieron un estancamiento en su desarrollo. Nunca llegó a articular frases, poco más que «mamá», «papá» o «agua».
Cuando Celia iba a cumplir dos años y tras una prueba genética, una doctora del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia la diagnosticó con «lipodistrofia congénita de Berardinelli».
Es una enfermedad causada por una mutación en el gen BSCL2-seipina que causa una ausencia casi total de grasa, un aspecto robusto y trastornos metabólicos.
Pero los síntomas de la niña no concordaban con los típicos de esa enfermedad, y ahí empezó una búsqueda a la que se unió en 2008 el doctor David Araújo-Vilar, médico del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.